Estas son las experiencias de turismo aventura Perú que tienes que vivir antes de morir

1. Caminar hasta Machu Picchu por el Camino del Inca

El Camino del Inca es una caminata de cuatro días que atraviesa espectaculares paisajes de selva, bosque nuboso y antiguas ruinas, y que culmina en la joya arqueológica más impresionante de Perú. Llamado originalmente Capaq Nan, este fue el camino oficial para llegar desde Cusco a Machu Picchu en la época del Tawantinsuyo. Si vas en temporada alta (de junio a septiembre) asegúrate de comprar tu entrada a Machu Picchu con anticipación. 

2. Explorar el Amazonas

Navegar en canoa por el río más largo y más caudaloso del mundo; caminar entre los enormes árboles que conforman el bosque lluvioso; avistar animales salvajes en su hábitat como anacondas y jaguares, son todas experiencias de esas  que te cambian para toda la vida, y todas se pueden realizar en la selva del Amazonas. En Perú se puede visitar el Amazonas desde Iquitos, en el noroeste del país o desde Puerto Maldonado, en el suroeste. En ambos puntos es posible hospedarse por varios días y salir de excursión con guías especializados para apreciar la variada biodiversidad de la zona. Si te interesa navegar por pequeños afluentes, visita la zona en la temporada de agua alta, que va de diciembre a marzo. Si lo que prefieres es hacer trekking por la selva, entonces viaja en la temporada seca de junio a noviembre. 

3. Trekking en la Cordillera de Los Andes

Imagina que inicias la caminata en un pequeño pueblito entremedio de las montañas. Imagina que caminas en subida con abruptas cimas nevadas por delante respirando el aire más puro que jamás hayas inhalado. Imagina que el viento frío te refresca el cuerpo y que cuando llegas al mirador te encuentras con una laguna de un increíble azul turquesa bordeado por un majestuoso nevado. Así es la experiencia que se vive en los trekkings de la Cordillera Blanca. Una cadena montañosa que se desprende de la Cordillera de los Andes y a la que se puede acceder vía Huaraz o Caraz. Para llegar desde Lima hay que tomar un vehículo motorizado por 8 horas hasta Huaraz. En el pueblo es posible encontrar variedad de alojamientos, algunos lugares para abastecerse y operadoras locales de turismo que ofrecen caminatas de diferente duración y dificultad.  

4. Internarse en uno de los cañones más profundos del planeta

Se dice que el Cañón del Colca está entre los 3 cañones más profundos del mundo, y es que si caminaras sus 1.200 kilómetros en descenso no te quedaría ninguna duda. Ubicado a cuatro horas de Arequipa, este cañón ofrece una enorme variedad de aventuras que van desde caminatas por el día, trekkings que bajan y suben el cañón en más de una jornada, kayak en los furiosos ríos del Colca, avistamiento de cóndores y visita a pequeños pueblos plantados en empinadas laderas. Es posible visitarlo por el día, pero recomendamos tomarse al menos tres para encantarse con sus increíbles paisajes, conectarse con la naturaleza y relajarse en sus deliciosas termas. 

5. Hacer sandboard en dunas gigantes

Vive una de las experiencias más adrenalínicas en el majestuoso desierto de la Huacachina. Deslízate en una tabla por enormes dunas acostado sobre tu estómago mirando hacia el frente. Grita hasta sacar tus tripas por la boca y siente la adrenalina correr por tus venas cuando estás a punto de hacerlo por segunda vez. Si eres de los que prefieren las aventuras más tranquilas, entonces recorre las dunas en Buggy hasta el borde afilado desde donde se ve el magnífico atardecer. En la noche tómate un trago en una de las tantas terrazas que hay alrededor del oasis de la Huacachina y escucha las leyendas sobre sirenas y princesas incas que le dieron el nombre a este rincón de Perú. 

6. Volar sobre geoglifos ancestrales

Presencia uno de los misterios más antiguos de la humanidad. Vuela sobre las Líneas de Nazca, 70 geoglifos de formas de animales y otras, que aún no han podido ser explicados por ningún arqueólogo ni historiador.  Observa esta forma de arte pre colombina desde una avioneta al amanecer para incrementar la intensidad de la experiencia.

7. Surfear en las playas del norte

Perú tiene 3.000 kilómetros de costa, suficientes kilómetros como para regodiarse y elegir el tipo de olas y la atmósfera que más le acomode a cada uno. En la costa de Trujillo (a 1 hora de vuelo de Lima), en Huanchaco y Chicama, tienes olas izquierdas constantes y varios picos con diferentes secciones que pueden alcanzar los 2 metros. Además la gastronomía costeña es suficiente razón para visitar esta región. Si lo que buscas es sol eterno, entonces te recomendamos Máncora, donde hay reef break de izquierdas largas y parejas, y tubos en época de fenómeno El Niño. Otras playas para surfear serían Órganos, Lobitos, Puerto Chicama y Cabo Blanco, de tubos perfectos de hasta 3 metros. 

8. Hacer kayak en los ríos más potentes

Uno de los deportes extremos que más atrae adeptos a Perú es el kayak. Sus ríos, como el  Lunuhaná, cercano a Lima, o el Cañón Negro en Apurímac forman divertidos recorridos clase II y III ideales para principiantes y familias. Los más intrépidos preferirán el Cañón Blanco, también en Apurímac, un recorrido de 3 días acampando en diferentes orillas. Y si ya tienes experiencia y busca desafíos, están los ríos en los cañones más profundos del mundo, el Colca y el Cotahuasi. Aguas transparentes clase IV y V que hacen remolinos mientras pasan entre cañones interminables. 

 

Vive la experiencia