Templos, ciudades y enormes pirámides de barro sobreviven en medio del desierto de la zona de Trujillo en el departamento de La Libertad. Ciudad colonial que sirve como punto base para recorrer las ruinas pre incaincas de las culturas Moche y Chimú. Trujillo
La colorida ciudad de Trujillo, en el norte de Perú, parece detenida en la época colonial. Sus edificios bien mantanenidos alrededor de la plaza de armas, hacen de un paseo por la tarde, un viaje en el tiempo. Pero el atractivo túristico de la “Ciudad de la eterna primavera”, como le dicen los locales, no son sus casonas e iglesias coloniales, si no que sus ruinas pre incaicas.
La zona del Norte Arqueológico de Perú, incluye a Trujillo entre sus destinos más importantes. A sólo un par de kilómetros de la ciudad, se encuentra Chan chan, la ciudad prehispánica de adobe más grande de América.
Capital del reino Chimú, esta ciudad fue construida cerca del mar con tan sólo tierra, agua, jugo de cactus y conchitas de mar trituradas hace más de 1700 años atrás. Esta enorme urbe, ahora declarada Patrominio Cultural de la Humanidad, está compuesta por decenas de mini ciudades amuralladas, calles y almacenes de alimentos que sorprenden por su envergadura.