Ubicadas en una de las colinas que enmarcan Cusco, las ruinas de Qenqo destacan por ser un lugar ritual donde los incas adoraban al dios Sol y a la Pacha Mama.
Qenqo o Kenko, es uno de los centros arqueológicos más cercanos al centro histórico del Cusco. Ubicado en una de las colinas que enmarcan a la capital del imperio inca, cerca de las ruinas de Sacsayhuaman y de Tambomachay, este complejo arqueológico destaca por su arquitectura ritual. Se cree que en Quenqo se adoraban a los dioses incas como el sol, la luna, la Pacha Mama y las montañas.
Estos importantes restos incas consisten en un inmensa roca tallada de escalones, agujeros y canaletas donde se cree se depositaba la chicha utilizada en los rituales. En el sitio hay una caverna semi circular que alberga en su interior una mesa o altar donde se realizaban ritos agrarios.
Quenqo fue bautizado por los españoles con el nombre de Q'inqu, que en español significa “laberinto” debido a sus galerías subterráneas y pequeños canales labrados en forma de zigzag.